sábado, 19 de julio de 2008

Rompió el silencio

Después de un largo tiempo sin conversar con la prensa, el inspirador del movimiento ecológico hoy capitaneado por Ramón, salió de su hermetismo habitual para felicitar a sus discípulos de Pechos Calientes FC.
Durante el monólogo, en el cual aceptó aisladas interrupciones del periodismo, el carismático artista halagó a estos chicos que en su juego interpretan a la perfección el mensaje que él transmite a través de dulces melodías.
"Estos pibes tratan a la pelota con la misma delicadeza con que yo trato a las mujeres" dijo Mattioli, quien se mostró molesto ante la pregunta de un cronista de "La Nación" que sugería que el principal motivo del resultado había sido la desidia con la cual Drink Team afrontó el partido. "Te equivocás flaco", contestó Leonardo y añadió: "Pechos mostró señales de madurez. Se habló poco con el rival y el juez, se llegó al arco rival con la pelota en los pies, nos anularon dos goles, los cambios se manejaron con criterio, se ganó por más de un gol, la defensa casi no mostró fisuras y, por sobre todas las cosas, se cerró un partido, cosa que no ocurría desde hace más de un año. No te olvides que estos chicos del Drink Team tenían un promedio de 21 años y no paraban de correr...".
Palabras justas. Pechos aprobó el exámen sin pompas, pero mostrando solidez, desde la disciplina hasta el trámite del juego. El partido se ganó, trabajándolo como había que trabajarlo y sin que al equipo le sobrara mucho más. Tin sigue siendo desequilibrante, Rama ordena una defensa que le da más seguridad a los encargados de "jugar", Huguito es un problema menos a la hora de pensar el equipo, el pájaro sumó a su capacidad para jugar una conducta que le permite tener la regularidad que el equipo necesita de él y el resto acompañó, cumpliendo su rol. Así como otras veces desaprobamos el funcionamiento de Pechos, creemos que hoy debemos darle el crédito que se ha ganado y que, independientemente de los innumerables aspectos que siempre hay por corregir, hoy significó mucho para un plantel que pelea aún las batallas perdidas y que encuentra en esta victoria un premio al sacrificio con que ha mejorado mucho más de lo que se percibe a simple vista. Tal vez, por ello se haya visto a algunos de sus jugadores fundirse en un abrazo tan fuerte.

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