domingo, 3 de mayo de 2009

Emparda la segunda...gana la tercera!

Cuando el grupo está unido, se nota. Sabernos juntos nos hace fuertes.

Si había algo que necesitaba Pechos Calientes F.C., era un partido como el que jugó el sábado. Planteado con mucha reserva por los ya programados festejos del día anterior (explicados en entradas anteriores), sorprendió a extraños y ajenos lo enchufados que entraron los players de la verdebranca tratando de jugar por abajo cuando se puede, pero revoleandola cuando era necesario para alejar el peligro. Con un equilibrio de fuerzas entre ambos contricantes se llegó al entretiempo. La segunda etapa el equipo luchó contra el enfriamiento del descanso -otrora obstáculo que nos generaba problemas-, y construyendo méritos para hacerlo, llegó al gol con un testazo de Beltri T., a mi gusto figura del partido con un 8 (ocho), definiendo de frente al arco como los manuales indican: hacia el palo de donde viene enviado el balón. La desgracia propia -o fortuna del rival- posibilitó a "El Gordo" un empate, pitazo y a las duchas.
El análisis sería pobre si se quedara únicamente con el score y el consiguiente punto en la tabla para los románticos de Barrio Norte, que no es poco. Hay otros factores que enriquecen la mirada del match que va más allá de ello.
El diccionario nos define solidaridad como "Conjunción de esfuerzos humanos que concurren a un mismo fin y crean una comunidad de intereses y responsabilidades".
Creo que es una buena palabra para esta lectura. Solidaridad:
-Como la que tuvo el Pájaro para ir lesionado a vernos y a motivarnos en el entretiempo haciéndonos creer que se podía.
-La de los que salen y vuelven a entrar, que alentaron siempre, supeditando el interés personal en pos del beneficio de todos. Brindan cambio de aire que se nota. Monstros.
-La de los centrales, que fueron capaces de entenderse para generar confianza. De arriba sacaron todo y van a trabar con la cabeza. Quizás no lo noten, pero su desempeño contagia.
-La del capitán, el primero en tomar los guantes cuando la horfandad de golero apremiaba.
-La de Pedro, que entro un rato y se comió más golpes que en toda su carrera. Ser guapo no es ir a copar la parada para pudrirla, es pedir siempre la pelota y poner el "cuero" aún cuando sabés que te van a dar la murra de tu vida.
-La del Panchi Somigliana y su trabajo silencioso en la marca.

Y así podría seguir con cada uno. Estos partidos, donde se aplica la sentencia "Ganar es dejarlo todo", son los que mejor hacen a un equipo sin importar el resultado.
Porque, con la actitud del sábado, le salgo a jugar al Liverpool en Anfield Road.

Fernandito Gamboa

Pablo se apresta a meter un centro en el área. El sábado metió dos fierrazos que no fueron gol de milagro. La próxima entra.

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