martes, 2 de septiembre de 2008

Testigo ocular

Cansado de oir quejas sobre la falta de sacrificio de su hijo menor y absolutamente convencido de su caballerosidad deportiva, Fuddruckers se mandó a Buenos Aires para corroborar la veracidad de las acusaciones. Un despropósito. Bastaba con chequear periódicamente las fotos publicadas en el website de La Providence...
La imágen es elocuente: la pelota por un lado; Tin Gigena, por el otro, haciendo su caminata rápida semanal. Los domingos le toca una vuelta al Rosedal, pero con una marcha más liviana y acompañado por su personal trainer.

No hay comentarios: