Lo pide la gente

"Querés jugar en Pechos? Demostralo".

Tal era la respuesta ante el planteo de Tadeo. Y claro, ya le hemos conocido varias. Pero, a diferencia de otras veces, sin ruido pero con muchas nueces, Román vino, se bancó el banco, volvió a venir, comió banca de nuevo y reincidió una vez más. En silencio. Con respeto. Sabedor de los tantos argumentos que legítimamente prolongan la espera de su oportunidad.

Esta vez, Román demostró que lo suyo no se trata de una rabieta más a las que nos ha acostumbrado a lo largo de los años. Lejos está este Román de aquel que invertía en equipos deportivos confinados vaya uno a saber a qué baulera (recuérdense, entre otros, el romance veraniego con su tabla de surf y su incursión en el sandboard). Y mientras sus ganas por formar parte del plantel más se alejan de aquella imágen de deportista ansioso y algo caprichoso, más se acerca al esperado debut.

Tendrá su chance este sábado?